jueves, 25 de abril de 2013

A un olmo seco

Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido, 
con las lluvias de abril y el sol de mayo 
algunas hojas verdes le han salido. 

¡El olmo centenario en la colina 
que lame el Duero! Un musgo amarillento 
le mancha la corteza blanquecina 
al tronco carcomido y polvoriento. 

No será, cual los álamos cantores 
que guardan el camino y la ribera, 
habitado de pardos ruiseñores. 

Ejército de hormigas en hilera 
va trepando por él, y en sus entrañas 
urden sus telas grises las arañas. 

Antes que te derribe, olmo del Duero, 
con su hacha el leñador, y el carpintero 
te convierta en melena de campana, 
lanza de carro o yugo de carreta; 
antes que rojo en el hogar, mañana, 
ardas de alguna mísera caseta, 
al borde de un camino; 
antes que te descuaje un torbellino 
y tronche el soplo de las sierras blancas; 
antes que el río hasta la mar te empuje 
por valles y barrancas, 
olmo, quiero anotar en mi cartera 
la gracia de tu rama verdecida. 
Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida, 
otro milagro de la primavera.



Antonio Machado

sábado, 30 de marzo de 2013

La poesía es un arma cargada de futuro

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.



Gabriel Celaya

miércoles, 27 de marzo de 2013

El árbol de la ciencia

Y Dios, teniendo a Adán delante, dijo: Puedes comer todos los frutos del jardín; pero cuidado con el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que tú comas su fruto morirás de muerte. Y Dios, seguramente, añadió: Comed del árbol de la vida, sed bestias, sed cerdos, sed egoístas, revolcaos por el suelo alegremente; pero no comáis del árbol de la ciencia, porque ese fruto agrio os dará una tendencia a mejorar que os destruirá.

Esta hipótesis, que da nombre a la novela, y debate, que da pie a los monólogos internos de la filosofía de Baroja, está primeramente sacada del  libro Génesis de la Biblia. Dios da a elegir al hombre entre el árbol de la vida eterna y el árbol de la sabiduría, poniendo así en el ser humano el elemento que lo distingue de la especie animal: la libertad. El árbol de la vida no seduce tanto como el de la ciencia, pues el hombre quiere parecerse a Dios y eso sólo puede conseguirlo por medio del conocimiento. 

Eva, desobedeciendo a Dios, toma una manzana del árbol del bien y del mal y da a probar a Adán su fruto, y es así como nace la tendencia al mal, a todo lo relativo, en la especie humana. Desde entonces el hombre tiende por naturaleza al saber (ciencia), en vez de a la mera consecución de sus instintos (vida). 

El libro narra la vida de Andrés Hurtado, personaje que se nos presenta como un reflejo del propio Baroja: un joven médico sumido en un mundo de pesimismo y tinieblas, acorde con la situación decadente del país, que acaba de perder las colonias y la guerra de Cuba.  Su estilo y pensamiento son una clara representación de la generación del 98. Madrid aparece como una ciudad atrasada y llena de miseria. 

A través de la vida del joven Hurtado, Baroja retrata de forma realista y al mismo tiempo subjetiva la España de finales del XIX. La trama se desarrolla sobre todo en Madrid y en Alcolea del Campo, un pueblo al sur de Castilla. La crítica que hace de ambos lugares es extremadamente dura: vida en la capital, vida de pueblo. Cinismo desenfrenado, irremediable ignorancia. A excepción de un par de personas, su hermano pequeño y su esposa, prácticamente cada personaje que se cruza por su camino es criticado severamente, de una forma despectiva y cruel, condensando un aire de desánimo e inmensa  desesperanza. Todas estas personas aparecen como estereotipos que recrean la sociedad de la época: aristócratas inmorales, adúlteros; clase media competitiva y ruin; clases bajas ignorantes y faltas de cultura. Pero, por encima de todo, un sistema político corrompido, sin fundamentos morales. Pío Baroja, al igual que el resto de los intelectuales del 98, se siente doblemente engañado y traicionado por el sistema. Han vivido el fracaso de la Revolución de La Gloriosa y el de la Restauración, por lo que el Realismo llega en un momento de gran hastío creativo. 

Como con casi cualquier novela realista, El Árbol de la Ciencia es un excelente manifiesto de la debilidad que acució a España tras la pérdida de las colonias y por causa del sistema de turno de partidos (progresista y conservador). Andrés Hurtado es una persona continuamente amargada por un existencialismo profundo que no deja de alimentar mediante constantes reflexiones y teorías acerca de la vida, la muerte, Dios, el ser humano, la moral, la inmoralidad, etc. Reflexiones que le llevan en su mayoría a conclusiones  pesimistas y angustiosas, muchas de ellas sacadas de las lecturas de Kant y Schopenhauer. Autores que Baroja debió de estudiar en vida, pues la obra muestra un gran conocimiento de las teorías de dichos filósofos. 

Es una novela breve que no llega a 300 páginas. A parte de las largas conversaciones filósoficas entre Hurtado y su tío, es de bastante fácil lectura. No tiene desperdicio. 




Reseñado por m

miércoles, 27 de febrero de 2013

A la puta que se llevó mis poemas

Algunos dicen que debemos eliminar del poema
los remordimientos personales,
permanecer abstractos, hay cierta razón en esto, pero
¡POR DIOS!
¡Doce poemas perdidos y no tengo copias!
¡Y también te llevaste mis cuadros, los mejores!
¡Es intolerable!

¿Tratas de joderme como a los demás?
¿Por qué no te llevaste mejor mi dinero?
Usualmente lo sacan de los dormitorios y de los pantalones borrachos y enfermos en el rincón.
La próxima vez llévate mi brazo izquierdo o un billete de 50,
pero no mis poemas.

No soy Shakespeare
pero puede ser que algún día ya no escriba más,
abstractos o de los otros.
Siempre habrá dinero y putas y borrachos
hasta que caiga la última bomba,
pero como dijo Dios,
cruzándose de piernas:
veo que he creado muchos poetas pero no mucha poesía. 



C. Bukowski


sábado, 23 de febrero de 2013

Los hermanos Karamazov

Pretendía reseñar una vez más la novela que acabo de leer, pero me temo que esta vez no va a ser posible. En su lugar, me dirijo a escribir la carta de amor más larga que he escrito hasta ahora.

Si he intentado escribir las reseñas de la manera más objetiva y lejana a mi punto de vista (repito, intentado), ha sido por la tentativa de plasmar lo que estas grandes novelas conllevan como novelas excepcionales que son, y no porque yo lo diga.

Después de leer por segunda vez a Dostoyevski, esta vez a lo largo de mas de 1100 páginas, me veo incapaz de reprimir todo lo que este autor transmite. Aunque la cifra de un poco de miedo en un principio, la forma en que está estructurada hace que sea bastante fácil de seguir el hilo. Está compuesto por cuatro partes de 3 libros cada una. El tomo completo son 12 libros, compuestos cada uno de ellos a su vez de entre 5 y 10 capítulos. Esto hace que los capítulos sean lo suficientemente cortos como para que el lector los termine fácilmente, ordene los hechos en su mente y no pierda detalle de cuanto sucede. Además, cada capítulo lleva un título que engloba lo que ocurre en sus páginas. Todo esto me parece muy útil en un libro de semejante longitud. Así, si el lector se encuentra en medio de una de esas explicaciones psicológicas, historias de la infancia o teorías filosóficopolíticas de alguno de los personajes, no tiene más que consultar el índice para ubicar esa digresión o inciso dentro de la historia. 

El argumento, como bien cabría esperar de su autor, es un gran representante de la cultura, historia  y literatura del pueblo ruso. La propia Rusia aparece a menudo mencionada por los personajes como una gran madre, vieja y con demasiados hijos, que ampara a todo individuo que haya nacido en sus bastas tierras. Pero el número es tan enorme que reina el caos y el desorden y aunque los haya muy ricos, la gran mayoría es pobre e ignorante. Se hace alusión a su esplendor, perdido o que está por llegar, y a cómo la ausencia de éste condena las vidas de todos, quienes no por ello dejan de alabar y amar a la vieja madre Rusia por encima de sus desgracias.  

Cuenta la historia la relación entre los miembros de la familia Karamazov: Fiódor, el padre, y sus hijos, Dmitri, de la primera esposa, Ivan y Alexéi de la segunda, y el bastardo Smerdiakov, cuyas madres todas han muerto.

 

Fiódor, el mayor sinvergüenza de la hipotética ciudad donde acontecen los hechos, ni ha criado ni muestra cariño por ninguno de sus hijos, a excepción de Alexéi. Las únicas cosas que le importan en la vida son el dinero y satisfacer sus deseos.


Dmitri es un vividor: juerguista, mujeriego y pasional. Aunque en general es incapaz de dominar sus impulsos, siente cierto arrepentimiento y culpa cuando obra mal, y poco a poco se va desarrollando en él la intención de curarse de los vicios que alimentan su vida y así poder salvarse.


Iván es el intelectual de los hermanos, pero cuya propensión a buscar una explicación racional para todo constituye su mayor desdicha. Niega que exista un Dios bueno, no tiene esperanza ni fe en la humanidad, lo que le hace sentirse lejano de la mayoría de las personas y chocar con su hermano pequeño.


Alexéi, o Aliosha, es como el ángel que todo lo ilumina, la única persona de quien no podemos decir nada en contra. Vive como novicio en un monasterio y es el héroe de la novela. Su alma está llena de amor hacia el mundo y proclama el perdón y la palabra de Dios allá donde va.



La vida de Smerdiakov se nos presenta como una tragedia desde el principio, fruto de la violación de su padre a una deficiente mental. Idolatra a Iván y son sus artículos sobre la inexistencia de Dios lo que marcan su personalidad atea y miserable. 

Creo que no hay nadie como Dostoyevski para crear a un personaje y conocer hasta el más mínimo detalle de lo que pasa por su cerebro. Es una de las razones por las que yo adoro su estilo y otros no pueden con él. Aunque en sus novelas incluya siempre a psicópatas, asesinos, alcohólicos, ludópatas, pervertidos, ladrones, cafres, nihilistas y demás, las historias personales de dichos individuos nos hacen conocerlos, familiarizarnos hasta tal punto con sus mentes enfermas y/o miserables que el lector acaba por comprender por qué son así y por qué actúan de esa manera. En ocasiones acabamos incluso sintiendo compasión por ellos, pues sus actos no son más que consecuencia de las condiciones en que les ha tocado vivir. Y he aquí donde aparece el componente crítico de sus obras: con Dostoyevski no sólo leemos, si no que también aprendemos sobre psicología, filosofía, historia, religión y lo más importante de todo: nos da una gran lección de humanidad, moral y ética. Todo ello siempre desde un punto de vista cristiano y ortodoxo, pero con un componente más humano que religioso al fin y al cabo. Es algo que sobre todo queda latente en la dureza de sus trágicas historias. Las novelas de Dostoyevski están llenas contrastes entre lo más humilde y lo más mundano, entre lo más mezquino y lo más bondadoso, etc. Si tengo que ser objetiva, reconozco que abundan las situaciones y los caracteres trágicos, mucho más que los placenteros. Por eso, los más bien escasos pasajes tiernos en los que se impone la compasión y la sensatez por encima de toda esa negrura brillan con luz propia, y son además un alivio para el lector (todos somos humanos).

La historia de Los hermanos Karamazov es todo un culebrón. Karamazov padre, que ha ido acumulando capital a base de heredar de sus difuntas esposas, se muestra reacio a entregar la última parte de la herencia de la madre a su primogénito, Dmitri. Éste, que no tiene ni cuidado ni control de todo el dinero que toca, se encuentra sin un rublo. Está prometido con una joven de la que se encaprichó hace tiempo y que ahora es muy rica, pero todo se tuerce cuando conoce a la adorable y a la vez malvada Grushenka, el personaje que desencadena el mayor enredo de todos, y de quien se enamora enloquecidamente. A esta mujer le atraen tanto los follones como el dinero y es por eso que decide seducir al padre, quien también se obsesiona con ella. Por lo tanto, tenemos al padre y al hijo peleándose y compitiendo por la herencia y una misma mujer, mientras van enredando al resto de los hermanos y personajes. Iván, a su vez, empieza consolando a la deshonrada novia de Dmitri y acaba amándola en secreto. Aliosha, por su parte, hace de mediador entre unos y otros y los compadece, pero no puede frenar el irremediable odio que se genera en torno a Dmitri, ni en torno al padre, ni el inminente crimen del que todo el mundo habla y presiente.

Aunque toda la obra gira en torno a un único hecho, la presencia de dicho crimen, las mil y pico páginas dan mucho más que para la presentación, nudo y desenlace del mismo. Nos encontramos con mil historias paralelas o independientes que poco influyen en el argumento principal. Esto último es más bien cuestionable. En la introducción, llamada "Advertencia del autor", Dostoyevski advierte que la obra está pensada para hacer pública la vida y vivencias de su héroe, que es Aliosha. Aunque en esta primera novela (pensada para ser la primera de dos), se explaye más en narrar los acontecimientos en torno al lío familiar, varias de las historias hacen en realidad de soporte para dar a conocer y engrandecer la figura de Aliosha, que se supone cobrará más protagonismo en la segunda novela. Lamentablemente, Dostoyevski murió al año de haber terminado Los hermanos Karamazov, por lo que de la segunda novela sólo le dio tiempo a escribir unas cuantas notas. No hay segunda parte que vaya a echar más de menos, y que nunca llegará.

Dentro de los relatos paralelos, son especialmente dignos de mencionar la vida del ermitaño Zosima y la del pequeño Iliusha. El ermitaño es una persona iluminada, en muchos aspectos similar a un santo. Los pasajes en los que aparece y se narra su vida son muy proféticos y de gran contenido espiritual. Aquí se ve claramente que el libro está pensado por una parte para reforzar la fe de los creyentes, aclarar las dudas de aspecto existencial, y propagar la palabra de Dios: el amor a la vida y a la humanidad por encima de todas las cosas. No quiero confundir a nadie, no es un libro religioso. Pero sí tiene gran contenido espiritual y profético, escrito con una maestría y sabiduría sobre el tema que abrumarían a cualquier persona, aunque ni siquiera crea en Dios. La tragedia del pequeño Iliusha es bastante impactante por la crueldad y la violencia que aparecen a través de personajes infantiles. Estos, sin embargo, dan un final de cuento a la novela, grandioso y en el que se alza la luz en la última página.

Seguramente esto no sea lo que muchos entienden por una declaración romántica, pero es mi particular forma de decir que Dostoyevski es y será siempre mi amor platónico.



m



P.D. Las imágenes están cogidas de la adaptación de Richard Brooks al cine en 1958. Como película no está mal, pero es como un cuento de hadas con unicornios rosas sobre un fondo de arcoiris en comparación con la novela.

sábado, 16 de febrero de 2013

Song of Myself / Canto a mí mismo

II
Houses and rooms are full of perfumes... the shelves
   are crowded with perfumes,
I breathe the fragrance myself, and know it and like it,
The distillation would intoxicate me also, but I shall not let it.

The atmosphere is not a perfume... it has no taste
   of the distillation... it is odorless,
It is for my mouth forever... I am in love with it,
I will go to the bank by the wood and become undisguised and naked,
I am mad for it to be in contact with me.

The smoke of my own breath,
Echoes, ripples, and buzzed whispers... loveroot, silkthread,
   crotch and vine,
My respiration and inspiration... the beating of my heart...
   the passing of blood and air through my lungs,
The sniff of green leaves and dry leaves, and of the shore
   and darkcolored sea-rocks, and of hay in the barn,
The sound of the belched words of my voice... words loosed
   to the eddies of the wind,

A few light kisses... a few embraces... reaching around of arms,
The play of shine and shade on the trees as the supple boughs wag,
The delight alone or in the rush of the streets, or along
   the fields and hill-sides,
The feeling of health... the full-noon trill... the song of me
   rising from bed and meeting the sun.

Have you reckoned a thousand acres much? Have you reckoned
   the earth much?
Have you practiced so long to learn to read?
Have you felt so proud to get at the meaning of poems?

Stop this day and night with me and you shall possess the origin
   of all poems,
You shall possess the good of the earth and sun... there are
   millions of suns left,
You shall no longer take things at second or third hand... nor
   look through the eyes of the dead, nor feed on the spectres
   in books,
You shall not look through my eyes either, nor take things from me,
You shall listen to all sides and filter them from yourself.

Walt Whitman

Las casas y los aposentos están cargados de perfumes, 
los estantes y los armarios están cargados de perfumes. 
Aspiro y me complazco en su fragancia, 
siento su influjo enervador, 
pero me rebelo...  Me rebelo y me escapo. 

La atmósfera no es un perfume. 
No tiene el gusto de las esencias; 
es inodora, 
está hecha para mi boca 
y yo lo absorbo y la adoro como a una novia. 
Iré a los repechos donde comienzan los bosques 
y me desnudaré para gozar enloquecido su contacto. 
Me gusta ver el vaho de mi aliento, 
las ondas del río, 
los hilos de seda que se cruzan entre los árboles, 
las horquillas donde descansa la vid. 
Me gusta oír los ecos, 
los zumbidos, 
los murmurios de la selva. 

Me gusta sentir el empuje amoroso de las raíces 
al través de la tierra, 
el latido de mi corazón, 
la sangre que inunda mis pulmones, 
el aire puro que los orea 
en inspiraciones y espiraciones amplias. 
Me gusta olfatear las hojas verdes 
y las hojas secas, 
las rocas negruzcas de la playa 
y el heno que se apila en los pajares. 
Me gusta oír el escándalo de mi voz, forjando 
palabras que se pierden en los remolinos del viento. 
Me gusta besar, 
abrazar 
y alcanzar el corazón de todos los hombres con mis brazos. 
Me gusta ver entre los árboles el juego de luces 
y de sobras cuando la brisa agita las ramas. 
Me gusta sentirme solo entre las multitudes de la ciudad, 
en las estepas 
y en los flancos de la colina. 
Me gusta sentirme fuerte y sano bajo la luna llena 
y levantarme cantando alegremente a saludar al sol. 
¿Qué creíais? 
¿Qué me conformaría con mil hectáreas de tierra nada 
más? 
¿Pensasteis que toda la tierra sería demasiado para mí? 
¿Para qué habéis aprendido a leer si no sabéís 
ya interpretar mis poemas? 
Quédate hoy conmigo, 
vive conmigo un día y una noche 
y te mostraré el origen de todos los poemas. 
Tendrás entonces todo cuanto hay de grande en la Tierra y en el Sol 
(existen además millones de soles más allá) 
y nada tomarás ya nunca de segunda ni de tercera mano, 
ni mirarás más por los ojos de los muertos, 
ni te nutrirás con el espectro de los libros. 
Tampoco contemplarás el mundo con mis ojos 
ni tomarás las cosas de mis manos. 
Aprenderás a escuchar en todas direcciones 
y dejarás que la esencia del Universo se filtre por tu ser.

Traducción de León Felipe


domingo, 10 de febrero de 2013

La metamorfosis

Extravagante, surrealista y por supuesto Kafkiana donde las haya, narra la fatal y repugnante transformación de un individuo en insecto.

Gregorio Samsa es un hombre dedicado plenamente a su trabajo y al bienestar de su familia, hasta que un día se despierta en el cuerpo de un enorme insecto. A partir de ahí se verá complicada tanto la vida de su familia como su propia existencia. Deberá hacer frente al rechazo por parte de sus seres queridos ahora que no es capaz de ganar el sustento por ellos. Es más, por primera vez ocurre a la inversa y serán ellos los que tengan que trabajar y alimentarlo a él.

Es fascinante la habilidad de Kafka para provocar en el lector las reacciones más contrapuestas. Por un lado, la grima que produce al principio la descripción del monstruoso bicho. Lo increíble, es que dicha descripción no la hace un narrador o personaje desde fuera, si no que es el propio bicho quien se mira a sí mismo y cuenta lo que ve. Por el otro, la compasión que despierta su situación pues se trata de una criatura de gran corazón que, aunque atrapada en un cuerpo monstruoso, es bastante más humana que los humanos que la rodean. Su propia familia quedará tan desconcertada y traumatizada por la nueva forma de Gregorio que pondrán en duda hasta su vínculo sanguíneo y olvidarán todo lo que de él un día recibieron, manteniéndolo con vida a duras penas y en penosas condiciones.

Una de las claves para entender la literatura de Kafka es sin duda conocer su historia personal. Especialmente en La metamorfosis queda reflejada de manera implícita la dolorosa relación con su padre y cómo esto lo marcó de por vida, convirtiéndolo en una persona insegura y oprimida. Su padre aparece como una figura autoritaria y despótica que no sólo nunca tuvo en cuenta los sentimientos de su hijo, sino que ni siquiera llegó a conocer su gran talento.

Su genialidad como escritor no fue reconocida hasta después de su muerte. Genialidad que ni él mismo, ni su padre, ni la sociedad de su época reconocieron a excepción de su fiel amigo Max Brod, quien decidió sacar a la luz las obras que Kafka mandó destruir después de su muerte, como El proceso, El castillo y El desparecido (América).

Por su estilo auténtico y, en mi opinión, inclasificable, no puedo sino considerar a Kafka como uno de los más grandes escritores, no sólo del siglo XX, si no te la literatura contemporánea universal. Por algo se acuñó el término Kafkiano que, como ya mencioné, se usa para referirse a situaciones amargas, fatigosas y sin salida. Reconozco que leer a Kafka puede resultar en ocasiones incluso desagradable, pero es una lectura que no tiene desperdicio, tanto por su riquísima prosa como por el contenido sumamente original y metafórico de sus historias y, siendo claro ejemplo de ello La metamorfosis, surrealista.




Reseñado por m.

martes, 22 de enero de 2013

Madame Bovary

El escándalo convertido en mujer, y en novela.

Emma es una joven muy hermosa e inteligente que, a pesar de haber nacido en un área rural y modesta, ha recibido una educación y unos modales desde pequeña. Es el tipo de persona que no está hecha para la vida de pueblo o en el campo y que ansía fervientemente el ritmo de la ciudad, la sensualidad de los eventos de la corte, la forma de vida de la burguesía, la aristocracia... Su marido es una buena persona pero con la que no tiene absolutamente nada en común: es un hombre que vive para su trabajo, sumiso toda la vida a los dictados de su madre, satisfecho con la apacible rutina de ganar un dinero para que no falte de nada en su mediocridad y, así, poder permitirse ciertas comodidades. Aunque ama y adora a su mujer, ciertamente no la conoce ni sabe nada de ella. Nunca es consciente del porqué de su amargura, aunque esto no significa que no se preocupe por ella. La esposa del médico es una mujer con intereses intelectuales, gusto y clase, cuyo carácter inconformista y egoísmo la llevarán sin remedio al adulterio. Por la decisión de casarse con Carlos que toma al principio de la novela, su existencia se ve frustrada por conocer las locuras del enamoramiento, el ardor de la pasión, los lujos de la alta sociedad y la posibilidad de desarrollar sus capacidades.

Hay muchas y muy variadas opiniones sobre este personaje. Muchos opinan que es insufrible. Otros, se debaten entre el amor y el odio. El término "Bovarismo" se emplea a menudo en psicología para referirse a un estado de insatisfacción crónica. 

Madame Bovary es la historia de una mujer frustrada por la vida que le ha tocado vivir. Su alma es corrompida por la insana y obsesiva relación con su primer amante y los desvaríos que ello le causa. Los arrebatos que sufre a partir de entonces trastornarán su juicio hasta llevarle a un estado de demencia y total pérdida de control sobre sí misma. 

Si he comenzado tachándola de rompedora es porque opino que semejante historia debió ser de las primeras con cierta carga de erotismo, o sensualidad explícita, teniendo en cuenta la época en que se publicó (1856). Ciertamente, hoy en día no llamaría en absoluto la atención por ello. Las escenas más excéntricas, como los arrebatos de pasión, cólera y exaltación, están descritos con suma precisión y acierto. La destreza de Gustave Flaubert es conocida por su obcecación en buscar el más puro realismo, aparcando a un lado incluso la inspiración y experiencia propias. 

La novela tiene un componente crítico muy fuerte hacia la sociedad y el estilo de vida de aquel momento, lo que la llevó a ser severamente criticada. Caótica y conmovedora al mismo tiempo, relata el eterno tema de la insatisfacción en el matrimonio. Quizás la criticaron tanto quieres se vieron reflejados en esa realidad y no fueron capaces de salir de ella, por miedo al escándalo.
Reseñado por: m

lunes, 14 de enero de 2013

El Principito

¿Qué es El Principito?, ¿un libro?, ¿una novela?, ¿un relato?, ¿un cuento?, ¿una fábula?

No. El Principito es la pura verdad, la vida misma.

Antoine de Saint-Exupéry comienza su conversación con el lector ya desde la dedicatoria. Pide perdón a los niños por dedicar el libro a una persona mayor, "el mejor amigo que tengo en el mundo". Dice de este señor que es capaz incluso de comprender los libros para niños y además, está muy necesitado de consuelo, explica. Rectifica pues, dedicándoselo al niño que, como todas las personas, su mejor amigo un día fue. Y, en efecto, El principito es un libro para niños: para los niños que todos fuimos.

Cuenta la historia cómo un piloto estrelló su avión en medio del desierto y conoció a una criatura extraordinaria que marcó su vida para siempre: el principito. De cuerpo y mentalidad infantil, entiende la parte absurda de la vida que se nos escapa a los adultos y, como todos los niños, no entiende a los mayores.

Viene de un lejano planeta llamado asteroide B 612. Es tan pequeño que en él sólo caben tres volcanes, raíces de Baobabs que nacen de la tierra y una rosa. El principito ama la rosa con toda su alma pero un día se disgusta con ella y decide abandonar su hogar. Antes de llegar a la tierra, pasa por una serie de planetas en los que conoce a diversos personajes que se corresponden con ciertos prototipos de persona adulta. A saber, un rey, un vanidoso, un borracho... Durante su estancia en la Tierra, se hará amigo de un zorro y del piloto, que narra la historia. Al cabo de un año comprende que su lugar está en realidad junto a su flor y decide volver a su planeta con la ayuda de una serpiente. Nunca más se vuelve a saber de él.

El texto está cargado de melancolía, nostalgia y añoranza por el tiempo pasado. Aquel en el que soñábamos con ingenuidad, reíamos por pequeñeces, llorábamos por meros objetos (una muñeca, una flor) y no necesitábamos ni cifras, ni la autoridad de un traje elegante para creer en la veracidad de las cosas. Todo esto hace que esta pequeña obra sea sumamente poética sin tener una sola rima.

Comprende temas tan trascendentales de la vida humana como la complejidad de amar, el valor de la amistad, el sentido de la vida, el secreto de la felicidad y la pérdida de la inocencia en la edad adulta, entre otros. El autor plasma su propia concepción del género humano, que considera ha dejado todos estos valores olvidados en la infancia por los deberes y obligaciones de la vida adulta, lo que llamamos "cosas importantes". Escribe este libro con apariencia de literatura infantil, ilustraciones hechas por él mismo, capítulos cortos y fáciles de entender, a modo de metáfora o de fábula, porque sólo así podremos entenderlo: pensando como un niño.





Reseñado por: m

jueves, 3 de enero de 2013

Papillon

Una mariposa tatuada en el pecho y un coraje imparable son lo que hacen de la vida y novela de Henri Charrière una de las historias de aventuras más espectaculares jamás contadas. 

A pesar de haber sido educado por un padre maestro y religioso, nuestro protagonista se da a la vida de los bajos fondos del París de los años 30. Debido al mal ambiente en que se mueve, es acusado y condenado a cadena perpetua por un crimen que no ha cometido. Así, junto con otros prisioneros, es enviado a una colonia penal de la Guayana Francesa, en el mar Caribe. Tan sólo 42 días después realiza su primer intento de escape. Y no le bastará con uno, ni dos, ni tres, si no que planeará y fallará 11 fugas, a cada cual más ingeniosa y arriesgada a lo largo de 13 años, tras los cuales por fin logrará hacerse con su libertad.

Entre sus tentativas de huida habrá períodos en los que casi logra ser libre, como el utópico capítulo en el que convive durante cuatro meses con la tribu Goajira en la selva amazónica. Este es quizás uno de los pasajes más bellos, pues muestra la forma de vida indígena en su día a día: primitiva, pues viven de la caza y captura de perlas bajo el mar; pero genuina y pura al mismo tiempo, ya que son seres que han crecido sin verse afectados por los cánones que dicta la sociedad. Quiere decir que se dejan llevar pos sus instintos, arrebatos y en vez de normas se dan rituales. La naturalidad de estas gentes llama especialmente la atención por su contraste con las limitaciones del mundo "civilizado".

A parte de eso, Papillon es una novela sumamente humana. Aunque nunca hubiera asesinado a nadie, tampoco se puede decir que el protagonista fuera un santo devoto. Durante la primera etapa de su condena, concentra todas sus fuerzas en alimentar el odio que siente hacia las personas que han sentenciado su vida y su único objetivo es escapar para vengarse de ellas. Sin embargo, debido a las circunstancias tan duras en las que se encuentra, empieza a pedir ayuda a Dios para sobrevivir en los momentos más difíciles. Un bondadoso cura y todas las buenas personas que le ayudan a lo largo de los 13 años van haciendo mella en él. Esto, junto con los continuos riesgos que corre y la cantidad de situaciones peliagudas en las que se encuentra, le transforman en una persona completamente diferente. Se puede decir que su camino a la libertad es también su propio camino a la salvación espiritual, pues se acaba convirtiendo en un ser humano con unos valores morales y una actitud ante su propio destino admirables.

No se trata sólo de la lucha de un hombre por su libertad, si no también por la propia dignidad humana y de todas las personas que sufren injustamente como él la injusticia de su pena. Es una denuncia contra un país de tan reconocido prestigio como Francia, que ocultaba las abominaciones que se cometían contra personas sin recursos, como los presos. Papillon nos da además una lección de persistencia y de no perder nunca la esperanza  por lo que realmente se anhela. Es el ejemplo más claro de que quien quiere, puede.

Henri Charrière fue declarado en libertad en el año 1945 y se afincó en Venezuela, su propia tierra prometida puesto que en ella tuvo la oportunidad de volver a empezar una nueva vida como hombre libre. En 1969 publica su primera novela autobiográfica. Obtuvo tanto reconocimiento por rebelar la verdad sobre las terribles condiciones de los presos en el Caribe, que jugó un papel importante en la erradicación del sistema penitenciario que llevaba a cabo Francia en sus colonias. Posteriormente escribió Banco, donde narra sus vivencias antes de ser ingresado en la cárcel y después de ser liberado. Muere en 1973.

"La mariposa voló".



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