lunes, 14 de enero de 2013

El Principito

¿Qué es El Principito?, ¿un libro?, ¿una novela?, ¿un relato?, ¿un cuento?, ¿una fábula?

No. El Principito es la pura verdad, la vida misma.

Antoine de Saint-Exupéry comienza su conversación con el lector ya desde la dedicatoria. Pide perdón a los niños por dedicar el libro a una persona mayor, "el mejor amigo que tengo en el mundo". Dice de este señor que es capaz incluso de comprender los libros para niños y además, está muy necesitado de consuelo, explica. Rectifica pues, dedicándoselo al niño que, como todas las personas, su mejor amigo un día fue. Y, en efecto, El principito es un libro para niños: para los niños que todos fuimos.

Cuenta la historia cómo un piloto estrelló su avión en medio del desierto y conoció a una criatura extraordinaria que marcó su vida para siempre: el principito. De cuerpo y mentalidad infantil, entiende la parte absurda de la vida que se nos escapa a los adultos y, como todos los niños, no entiende a los mayores.

Viene de un lejano planeta llamado asteroide B 612. Es tan pequeño que en él sólo caben tres volcanes, raíces de Baobabs que nacen de la tierra y una rosa. El principito ama la rosa con toda su alma pero un día se disgusta con ella y decide abandonar su hogar. Antes de llegar a la tierra, pasa por una serie de planetas en los que conoce a diversos personajes que se corresponden con ciertos prototipos de persona adulta. A saber, un rey, un vanidoso, un borracho... Durante su estancia en la Tierra, se hará amigo de un zorro y del piloto, que narra la historia. Al cabo de un año comprende que su lugar está en realidad junto a su flor y decide volver a su planeta con la ayuda de una serpiente. Nunca más se vuelve a saber de él.

El texto está cargado de melancolía, nostalgia y añoranza por el tiempo pasado. Aquel en el que soñábamos con ingenuidad, reíamos por pequeñeces, llorábamos por meros objetos (una muñeca, una flor) y no necesitábamos ni cifras, ni la autoridad de un traje elegante para creer en la veracidad de las cosas. Todo esto hace que esta pequeña obra sea sumamente poética sin tener una sola rima.

Comprende temas tan trascendentales de la vida humana como la complejidad de amar, el valor de la amistad, el sentido de la vida, el secreto de la felicidad y la pérdida de la inocencia en la edad adulta, entre otros. El autor plasma su propia concepción del género humano, que considera ha dejado todos estos valores olvidados en la infancia por los deberes y obligaciones de la vida adulta, lo que llamamos "cosas importantes". Escribe este libro con apariencia de literatura infantil, ilustraciones hechas por él mismo, capítulos cortos y fáciles de entender, a modo de metáfora o de fábula, porque sólo así podremos entenderlo: pensando como un niño.





Reseñado por: m

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